enero 17, 2008

Macworld 2008

Aún recuerdo los días en los que las conferencias de Mr. Jobs en el Macworld (expo de Apple y empresas que desarrollan accesorios y software para Mac) eran tan solo una reunión de necios revoltosos liderados por el más rebelde y soñador de todos, que además dirigía una empresa aislada y en decadencia a la que el resto veíamos como prescindible.

En esos días yo vivía un idilio con Sony y sus novedosas Notebooks VAIO, estaba sumamente convencido de que Microsoft me había cambiado la vida y, como era típico de esos años, me emocionaba cuando escuchaba música en mi PC desde el lector de CDs (solo lector y solo de CDs) y me sentía en el “futuro lejano” cuando reproducía un video de 30 segundos en Windows Media. Bueno, creo que estoy exagerando; mas bien ya podía ver DVDs en la PC pero aún seguía escuchando mis CDs en mi Discman último modelo con control remoto y audífonos externos “urban style” también de Sony.

De regreso al presente, el 15 de enero fue la conferencia de Mr. Jobs en el Macworld 2008 y si algo me queda claro es que Apple es hoy la empresa que se dijo jamás sería. Es grande y se mueve junto con los grandes, es influyente e influye en lo grandes, es poderosa y utiliza su poder para serlo cada vez más.

Sin embargo; Apple todavía se presenta como la empresa de los sueños, las innovaciones y la visión rebelde enfocada al beneficio de los consumidores sobre todas las cosas. Cada vez que nos presenta un nuevo producto lo hace de tal forma que nos sentimos afortunados y casi agradecidos de que sea, por enésima vez Apple la empresa que piensa en nuestro bienestar antes de pensar en su propio negocio.

Definitivamente el manejo de la imagen ha sido clave para mantener esta idea pero lo cierto es que Apple se mueve en un medio de empresas que nomás no logran captar la fidelidad de sus clientes, no logran mantenerse “de moda” y no logran integrar sus productos a los servicios que los clientes demandan. En ese medio y como dice el dicho “en tierra de ciegos el tuerto es rey”.

Los productos y servicios que Apple presentó en esta edición del Macworld son cualquier cosa menos innovadores y aún así destacan de entre los lanzamientos del resto de las empresas de tecnología de consumo. Yo creo que la diferencia es que Apple le presenta sus productos a sus mismos clientes finales como si se tratara de una pequeña comunidad, hablando u lenguaje simple, mostrando las ventajas con ejemplos prácticos y casi como si cada innovación fuera una “travesura” o como si se trataran del el fruto de una batalla que el mismo Steve le ganó a los grandes y obscuros intereses del resto de la industria.

Por supuesto que la estrategia es muy buena y por ahora nos hace sentir que cada vez que Apple presenta un nuevo producto o servicio está a punto de repetirse la misma historia de innovación de cuado introdujeron el iPod con la tienda iTunes y le dieron la vuelta a todo el negocio de la venta de música en línea.

Yo por lo pronto, le seguiré agradeciendo a Apple por tantas mejoras a sus productos y por su buenos servicios. le seguiré siendo fiel, me seguirá pareciendo conveniente y haré todo lo posible por salir corriendo a comprar lo que Steve Jobs haya dicho que es nuevo y mejor.