mayo 31, 2009

Mixup Digital (parte 2)

A pesar de no haber vuelto a comprar un solo CD en una tienda de Mixup (al menos para mi), sigo siendo cliente de la tienda aunque solo para películas en DVD y sobre todo las que están en promoción (las de menos de 100 pesos son mis favoritas). Cada vez con menos frecuencia, gracias a la renta y venta de películas en la iTunes Music Store de Estados Unidos, pero por lo menos una vez al mes me doy una vuelta por el Mixup de Reforma 222 (ahora es el centro comercial mas cercano a mi casa) y salgo con un par de películas en DVD que en menos de una semana están convertidas en archivo y que agrego a mi biblioteca de iTunes para verlas en pantalla grande através del AppleTV.

Eso estaba haciendo hace una semana (de vuelta en el Mixup de Perisur) cuando noté una serie de anuncios a la entrada del local que indicaban la dirección www.mixupdigital.com mostrando a un chavo sentado en el piso frente a una computadora portátil instalada sobre una bocina y escuchando música (supongo) con un par de audífonos de diadema.

Los anuncios son tan poco atractivos que los note al salir de la tienda y solo porque estaba esperando a alguien que todavía estaba formado en la fila para pagar; sin embargo me llamo la atención la nueva dirección e intenté entrar en ese momento desde el navegador de mi iPhone. Lo primero que descubrí es que no funciona si no tienes instalado el complemento Silverlight (algo como el famosísimo Flash pero de Microsoft) y como el iPhone no acepta que se instalen complementos al navegador pues me quedé con las ganas y no me puede enterar de lo que se trataba hasta que un par de días después entre desde mi casa.

Para mi sorpresa: se trata de la nueva tienda de música en archivos mp3 que desde el 21 de mayo pasado le da servicio a todo México con un catálogo de algo así como 500,000 canciones de todos los géneros y la promesa de llegar a 1,000,000 para finales de año y seguir creciendo.

Los precios son en pesos (de 10 a 13 pesos por canción) y se puede pagar con cualquier tarjeta (crédito o debido) emitida en México, con tarjetas de regalo de Mixup o con depósitos bancarios (¡¿en serio?!, ¿quién hace eso?).

Sobre la funcionalidad de la página y el proceso de compra se puede criticar y echar toda la tierra que se quiera; por mi parte solo diré que funciona bastante bien para solo tener 10 días y que no vale la pena compararlo con el súper experimentado Amazon.com y mucho menos con la elegancia y eficiencia de la iTunes Music Store que tiene mas de cinco años en esto.

En menos de 10 minutos ya estaba haciendo mi primer compra: “Magnificent” de U2 y “Aquí Estoy Yo” de Luis Fonsi (Ok, me disculpo por la segunda). Ambos archivos incluían todos los datos (nombre, artista, año, nombre del álbum, etc.) y la imagen de la portada de tal manera que cuando los importé a mi biblioteca de iTunes ya estaban listos para llevar. La calidad es muy buena (256kbps) y los archivos van a estar disponibles para bajarlos en cualquier momento desde mi historial de compras en mi cuenta de la tienda por si algún día los pierdo o los borro accidentalmente. Bastante bien, ¿no?

No paso mucho tiempo antes de que hiciera mi segunda y tercera compras, y seguramente habrá una cuarta, décima y una quincuagésimo séptima si se ponen las pilas y ofrecen los lanzamientos al mismo tiempo que la tienda física y si amplían el catálogo de todos los géneros hasta ofrecer el repertorio completo de las principales disqueras y el de las independientes.

Realmente estoy muy emocionado por volver a comprar música en Mixup pero mas que otra cosa por lo que implica que el mayor minorista de música en CDs y películas en DVDs en México sea el mismo que incursiona en la venta de archivos mp3 por Internet de forma tan seria y sobre todo, como una extensión natural de su negocio. ¿Qué hubiera sido de Tower Records si, por lo menos, lo hubiera intentado?

De las razones para decir que esto es el evento del año en la tecnología de consumo de nuestro país, solo piensen en cuantos de ustedes, sus amigos y sus conocidos tienen una computadora y por lo menos un teléfono celular con capacidad para reproducir archivos mp3 o, mejor aún, un iPod (de Apple o de cualquier otro fabricante). A pesar de la piratería, el mercado de música en México es el 9º o 10º en el mundo, somos el mayor productor de cantantes en español, tenemos la industria de medios mas desarrollada de Latinoamérica y somos el quinto mercado para la música en inglés. No tengo idea de que tanto dinero representa todo eso pero estoy seguro de que una rebanadita del pastel es mucha, pero mucha lana.

Aunque no es algo nuevo en el mundo, la posibilidad de que cualquier mexicano (con una computadora, Internet y 10 pesos en la bolsa) pueda comprar música a cualquier hora y sin moverse de su silla, es una de esas cosas que nomás no había cuajado en los intentos anteriores (no recuerdo los nombres de esas tiendas) en buena parte por las restricciones de las disqueras y porque, quizá no era el momento. Si esta es la buena; van a pasar dos cosas: voy a dejar de rezarle a San Jobs para que abran la iTunes Music Store en México y la forma de comprar música en nuestro país va a cambiar para siempre. ¿No les parece suficiente para considerarlo “el evento del año”?

¡Ahora si mis amigos! Dejen de perder el tiempo y vamos todos a comprar música a Mixup Digital que es, finalmente, lo que estábamos pidiendo: un forma legal y fácil de comprar archivos de música sin protección ni candados en México y en pesos mexicanos.

Mixup Digital (parte 1)

Después de un año de silencio y debido a recientes acontecimientos en el mundo de la tecnología de mi país (México por si no se acuerdan), estoy de regreso para publicar lo que he escrito en lo últimos meses y una que otra actualización como la de hoy.

El evento de año (hasta ahora) en el mundo de la tecnología de consumo es sin duda el lanzamiento de la tienda de música en archivos mp3 sin protección ni candados por parte de nuestro muy querido y añorado Mixup.

Si, ya se que se escucha rete sangrón eso de “el evento del año” pero tengo muchas razones para decirlo. Para empezar a explicar me voy a remontar al momento en la historia en que llegó a mi casa un equipo Goldstar (¡¿?!) que incluía un reproductor de CDs con capacidad para tres discos.

Yo andaba en esos años en los que solo tienes el dinero que te dan tus papas y los míos no eran exactamente espléndidos (aunque nunca me hizo falta algo) y por lo tanto tenia que juntar mis moneditas si quería comprarme algún caprichito del que no pudiera convencer a mi mamá (el lado consumista de la familia). Recuerdo haber ahorrado por bastante tiempo antes de poder llegar a la sección de clásicos de Mixup de Perisur (el centro comercial mas cercano a mi casa) a comprar mi primer CD.

De hecho fueron tres CDs porque se trataba de una opera completa: una grabación de 1984 de “Carmen” de Georges Bizet interpretada por Julia Migenes Johnson y Placido Domingo, dirigida por Lorin Maazel al frente de la Orchestre Nacional de France y de la cual se hizo un video tipo película que fue transmitido a principios de los 90’s en los Domingos de Opera del Canal 22 de donde yo tome el gusto por este genero (¡nerd!).

A partir de esa compra y durante los siguientes 15 años gaste cualquier cantidad de dinero en mas de quinientos discos de mi música preferida; la mayor parte de ellos comprados en Mixup en interminables visitas a la tienda de Perisur en las que pedía me dejaran escuchar la calidad de la grabación (si se trataba de operas o de música clásica) o todas las canciones del álbum antes de decidir su compra.

En el Mixup de Pabellón Insurgentes (cercano a mi primer lugar de trabajo después de salir de la universidad) estrené mi primer tarjeta de crédito, en el de Plaza Cuicuilco (mas cercano a mi casa que Perisur) gasté todo mi primer aguinaldo y en la recién inaugurada tienda Mixup Clasico de Perisur (ahora es una iShop) hice mi primer compra diferida a 12 meses con AmericanExpress en un arranque de locura y por una cantidad insólita e impagable en una sola exhibición. Que años aquellos… cuantos recuerdos.

Junto con el 2000 llego el momento de convertir muchos de mis compactos (empezando por mis favoritos) a archivos para poder escucharlos en la computadora sin necesidad de insertar el CD y también pasarlos a un reproductor portátil. En mas de cinco ocasiones estuve días completos frente a la computadora empezando desde cero para convertir todo al nuevo formato de moda (atrac3, wma, mp3, mp3pro, acc, etc.) o para aumentar la calidad (de 64kbps a 96kbps a 128kbps, etc.) y sacar mejor provecho de una larga lista de reproductores portátiles con cada vez mayor capacidad de almacenamiento.

Los compactos pasaron de ocupar un lugar importante en la habitación a una serie de cajas en donde aun siguen siendo cuidadosamente guardados en el fondo del closet; si embargo la colección no dejaba de crecer y tan pronto como llegaba a casa con una nueva adquisición, se repetía el ritual de quitar la envoltura y hojear el “librito” mientras convertía todo el contenido del disco en la computadora y así escucharlo por primera vez mientras guardaba el disco, la caja y su “librito” junto con el resto de CDs para no volverlo a ver ni tocar en un largo rato.

A principios del 2004 descubrí las tarjetas de prepago de la iTunes Music Store (iTMS) de Estados Unidos, hice una prueba con una de 10 USD y desde entonces hasta hace una semana he gastado mas de 5,000 USD en archivos de música que hasta hace poco solo podía reproducir através de iTunes (en PC o Mac) y de manera portátil solo con un iPod (Apple, por supuesto).

A principios de marzo pagué 30 centavos en la iTMS por cada canción para convertir los archivos protegidos a archivos libres de candados y así poder reproducirlos en cualquier equipo, de cualquier marca sin necesidad de sincronizar con una sola computadora y estar obligado a usar iTunes.

Ustedes saben que soy usuario de una iMac, una MacBook, un iPhone, un iPod Nano y un iPod Shuffle; así que no tengo problema alguno con usar iTunes y depender en todo momento de la voluntad y los caprichos de Apple. Sin embargo vivo en México, mi cuenta de banco está en México y mis tarjetas han sido emitidas en México por lo que para comprar en la iTMS tuve que crear una cuenta basado en la mentira de que mi lugar de residencia está en Florida (me mude hace 3 años después de dos de vivir en California) y siento un gran remordimiento cada vez que le doy click en “Aceptar” a los términos de la tienda en donde claramente dice que no intentaré hacer uso del servicio fuera de Estados Unidos. Eso es demasiado ilegal para alguien como yo que no tengo ni un solo archivo pirata en mi colección de mas de 10,000 canciones.