Ya saben que soy muy bueno en eso de comprarme la última novedad y luego venderla al primero que pase por mucho menos de lo que me costó porque no era lo que pensaba o porque de pronto me di cuenta de que no lo necesitaba… para nada.
Bueno pues lo peor de lo peor acaba de pasarle a… digamos "un amigo".
Estaba super indeciso entre comprar un PS3 (el de 1,200 USD que vendían en El Palacio en diciembre del 2006) o el imposible de conseguir Wii que le parecía tan innovador y tan padre de jugar. Buscó y buscó el Wii por todos lados hasta que el buen Santa le trajo un PS3 cómo regalo de navidad.
Pobre güey porque no tenía ni un solo juego y aunque venía con una película en BluRay nunca la pudo ver porque en su casa tenía una tele de esas "de bulbos" que por supuesto no era de alta definición. Cero le gustó el regalito y acabó por venderlo a plazos a otro de sus cuates.
Pasaron algunos meses y finalmente llegó la luz a su casa y se compró su pantallita LCD y de una vez aprovecho para hacerse de un Wii con algunos accesorios y un juego que según el iba a ser super divertido de jugar. Hubieran visto con que cuidado desempacó e instaló todo el asunto para luego quedarse horas parado frente al juguetito practicando tennis y boliche.
Pues fue todo lo que hizo con el famoso Wii, nunca más lo volvió a prender.
Se lo vendió a alguien de la oficina por un poco menos de lo que pagó por el y ahora muere de ganas de comprarse otro PS3 nomás porque anunciaron el servicio Home y jura que va a ser algo mas que lo máximo de lo máximo.
¡¡¡Que tipo!!!
Lo bueno es que ahora el PS3 de 80GB (el que vende Sony de manera oficial en México) bajó de precio y cuesta un poco menos de 900 USD.
